Perspectiva islámica de la mujer

TLa imagen que el Islam tiene de la mujer musulmana ha sido enormemente distorsionada en Occidente, es tal la desinformación que mucha gente en Europa y América cree que los musulmanes consideran a la mujer un ser carente de alma.

Dios no hace distinciones en el Sagrado Corán cuando hace referencia a la recompensa o castigo de hombres o mujeres: “Es verdad que a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a las creyentes, a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a las humildes, a los que dan con sinceridad y a las que dan con sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan castidad y a las que la guardan, a los que recuerdan mucho a Al-lah y las que recuerdan; Al-lah les ha preparado un perdón y una gran recompensa( El Corán, Los Coligados: 35.)

Las diferencias que existen en el Corán entre ambos sexos se pueden apreciar solamente cuando se compara entre ellos, no cuando es algo referente a Dios, y estas diferencias van en función del rol que cada uno debe desempeñar como tal. En un versículo coránico (que de seguro causó estupefacción a los antiguos árabes paganos que no daban mayores derechos a la mujer) dice lo siguiente:“Los derechos que ellas tienen sobre sus esposos son iguales a los de éstos sobre ellas, según lo reconocido(El Corán, La vaca: 228)

Aburdene y Naisbitt, dos investigadoras y prominentes feministas, se asombraron al descubrir que el Corán no considera inferior a la mujer con respecto al hombre, como es el caso en otras escrituras religiosas, y llegaron a la conclusión de que las prácticas machistas que se registran en algunos países musulmanes se deben a factores culturales, o a malas interpretaciones de enseñanzas islámicas, no al Islam en sí75. Carroll (1993) admitió de su gran asombro cuando descubrió que la mujer en el Islam fue la primera en la historia de la humanidad en ser reconocida por sus derechos económicos y legales, también reconoce que el sistema familiar en el Islam fue instaurado legalmente hace 1400 años para proteger el ladrillo principal de la sociedad: la familia

Los roles que desempeñan el hombre y la mujer, junto a sus derechos, están referidos con detalle en el Sagrado Corán y en los dichos recopilados del profeta Mohammad.

1. La Mujer en el Sagrado Corán

El Corán habla de los diferentes roles que cumple la mujer en su vida y le concede derechos nunca antes conocidos; le confiere el pleno derecho a

El Corán habla de los diferentes roles que cumple la mujer en su vida y le concede derechos nunca antes conocidos; le confiere el pleno derecho a la herencia, con todo lo que encierra de respeto hacia su persona y dignidad, su participación a la hora de dar testimonios en la defensa de la verdad, y la menciona como madre de profetas de Dios. El Corán cuenta de la agonía que la mujer ha tenido que pasar a través de la historia y pone en consideración sus sentimientos. Cito algunos versículos del Sagrado Corán a modo ejemplo y para graficar lo dicho, sin extender demasiado las citas:

“Y Allah pone el ejemplo para la gente creyente: la mujer del Faraón, cuando dijo ¡Señor mío! Constrúyeme una casa en el Paraíso, junto a Ti, y ponme a salvo del Faraón y de sus actos, sálvame de la gente injusta”

El Corán, La Prohibición: 11.

El Sagrado Corán menciona con mucho detalle la milagrosa concepción del profeta Jesús, la historia de la Virgen María, defiende su castidad y narra muchos de los diálogos que ocurren con su pueblo judío de aquel entonces. Un capítulo entero del Corán lleva el nombre de ‘María’ (el número 19), otro capítulo, se llama ‘Las Mujeres’ (el número cuatro), ya que es dedicado en su mayoría a asuntos referentes a ellas. El Corán también nos menciona a mujeres que dieron ejemplos de arrepentimiento, como la esposa del ministro del Antiguo Egipto [Yusuf: 51-53] y la reina de Saba, cuando el profeta Salomón le invita al Islam [Las Hormigas: 44]. El Corán menciona a la Virgen María con mucho respeto, es más, la considera la mejor de las mujeres, en contraste a las falsas acusaciones contra ella y su hijo, el profeta Jesús, mencionadas en el libro judío del Talmud

“La tendencia de toda esta bibliografía (del Talmud y demás libros hebraicos) siempre es, en este tema, de denigrar a la persona de Jesús, adscribiéndole a un nacimiento ilegítimo, a la magia y a una muerte vergonzosa… Todas las ediciones de Toledo contienen una historia de una disputa entre Jesús y los escribas, en la que, llegando al meollo del asunto, le declaran bastardo”

“Cuando la mujer de Imran (San Joaquín) dijo: ¡Señor! Te ofrezco en voto a Tu exclusivo servicio lo que hay en mi vientre, acéptamelo, pues Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe. Y cuando dio a luz a una hija dijo: Señor, lo que he dado a luz es una hembra -y bien sabía Al-lah lo que había dado a luzy un varón no es igual l que una hembra. Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección, así como a su descendencia, del maldito Demonio. Su Señor la acogió con bondad, la hizo crecer en bienaventuranza y la confió a Zacarías. Siempre que Zacarías entraba en el Templo para verla encontraba sustento junto a ella. Decía: ¡María!, ¿de dónde te viene eso? Y ella le decía: de Al-lah. Al-lah provee sin medida a quien Él quiere.8

El Corán, La familia de Imran: 35-37.

El Corán considera, tanto al hombre como a la mujer, como seres de iguales responsabilidades religiosas, y sus actos de adoración tendrán recompensa a igual:

“Quien sea creyente, varón o hembra, y obre bien, entrará en el Jardín y no será tratado injustamente en lo más mínimo”

El Corán, Las Mujeres: 124.

“El día que veas la luz de los creyentes y de las creyentes correr ante ellos y a su derecha: ¡Buena nueva hoy para vosotros: jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estaréis por toda la eternidad! ¡Ése es el éxito grandioso!

El Corán, El Hierro: 12.

“Y entre Sus signos está el haberos creado esposas nacidas entre vosotros, para que encontréis en ellas reposo y tranquilidad; y suscita entre vosotros afecto y bondad. Ciertamente hay en ello signos para gente que reflexiona

El Corán, Los Romanos: 21.

2. La mujer en las enseñanzas del Profeta

El profeta Mohammad -la paz y la misericordia de Dios sean con él- encontró en la sociedad de su época muchas costumbres institucionalizadas e injustas contra la mujer, los hombres de aquel tiempo usufructuaban mucho de los roles sociales impuestos a ella. Cuando el Profeta comenzó su prédica denunciando las injusticias sociales, los hombres de las tribus gobernantes se opusieron fuertemente a él. Sin embargo se trataba de hacer llegar la Revelación Divina, sin importar los intereses indignos de aquellos hombres

El compañero del Profeta, Abu Hurairah, reportó que éste dijo: “¡Será un perdedor, será un perdedor, será un perdedor! Entonces alguien dijo: ¿quién, oh mensajero de Al-lah? Dijo: aquel que alcance a ver a sus padres, o uno de ellos, (siendo adulto) y éstos no sean una causa de que él entre en el Paraíso (debido a que dejó que se pierda la oportunidad de obrar piadosamente en favor de ellos)”

Otro compañero, Jabir, relata que el Profeta dijo: “Aquel que es privado de la amabilidad, es privado de casi toda bondad”.

Así mismo Anas Ibn Malik relata que el Profeta dijo: “Aquel que cría bien a dos hijas, él y yo caminaremos juntos en el Día del Juicio Final…

3. La mujer y la educación

Su derecho a acceder a la educación fue garantizado cientos de años atrás, cuando muchas instituciones se lo negaban, incluso hasta en tiempos relativamente modernos. Abu Saíd Al-Judrí, compañero del Profeta, relata que un grupo de mujeres solicitaron de éste que les dedicara un día específico; respondiendo a su pedido, el Profeta de Dios las dedicó un tiempo para enseñarles asuntos de la religión85. En otro relato el Profeta Mohammad dice: “Buscar conocimiento es asunto de todo musulmán”

Seager y Olson, en 1986, reportan que la mayoría de las universidades de Occidente dejaron pasar mucho tiempo antes de finalmente admitir a mujeres, un clásico ejemplo es el de Madame Curie; la Academia Francesa de Ciencias le negó admisión, a pesar de ser la primera mujer en dar cátedra en la afamada universidad de la Sorbonne, en Paris (1911), esta mujer recibió el premio Nobel de Física en 1903 y de Química en 191186

4. La poligamia en el Islam

La gente suele hablar de la poligamia en el Islam como si ésta fuese algo único de esta religión pero esto no es verdad. La poligamia en el Islam está tan institucionalizada como lo estaba en el Cristianismo, siendo una práctica de sus adeptos por cientos de años después de la venida de Jesús -la paz sea con él- La realidad indica que poligamia sigue siendo una necesidad social y tendencia humana, del interés de hombres y mujeres, y más de mujeres, en la medida de que sea bien regulada y establecida. Hablando estrictamente de la monogamia, ésta nunca ha sido practicada a cabalidad en Occidente; sin embargo, por una defensa hipócrita y ciega de la misma, muchísimas mujeres y niños han tenido que sufrir el desamparo y la crueldad que ésta imposición ha provocado. El Islam se opone a toda divinización falsa de conceptos, los cuales suelen hacer a un lado a un sector enorme de la sociedad. En Europa, a pesar de la adoración al sexo femenino, vemos que de lado a lado le acompaña su misma degradación y la persistente desesperanza de la mujer.

En la antigua Arabia las mujeres viudas de bajos recursos no tenían mayor esperanza antes de la venida del Islam, sin embargo el Corán vino con la prohibición de ‘heredar esposas’(que era una costumbre muy practicada en todas esas tierras), legalizó su matrimonio con otro pretendiente y permitió el divorcio, transformando al matrimonio de un ‘lazo eterno’ a un contrato religioso y civil entre dos personas de iguales condiciones que, de querer ambas o una sola parte, se le puede disolver (con ciertas restricciones, y siendo en el caso de la mujer un poco más restrictivo, por su condición natural de juzgar los asuntos con su corazón antes del puro razonamiento y consideración de posibles implicaciones de darse la separación); además de también quedar disuelto con la muerte. El profeta Mohammad –la paz sea con él- se casó con varias mujeres viudas, tomándolas en amparo como jefe de Estado y rompiendo antiguos conceptos y prácticas injustas.

El Islam es la única religión que limita el número de esposas a cuatro. En este respecto, John Esposito, afamado catedrático PhD. de Religión y Relaciones Internacionales de la Universidad de Georgetown, escribe:

“Si bien es cierto que la poligamia existe en muchas religiones y tradiciones culturales (del mundo), en Occidente se la suele asociar únicamente con el Islam. Lo que el Corán y la ley islámica efectuaron fue básicamente control sobre esta práctica, regulándola y limitando el número de esposas que se puede tener. En una sociedad que no tenía establecido límite de esposas, el Islam no ordenó a sus fieles a casarse con cuatro, sino a no casarse con más de cuatro –nótese la diferencia-. El Corán permite al hombre casarse con hasta cuatro mujeres con la condición de que las mantenga a sus cónyuges por igual. Los musulmanes toman a este mandamiento (cap. 4, v.3) como un fortalecimiento del estatus de la mujer y la familia, ya que éste busca asegurar el bienestar de la mujer soltera y viuda en una sociedad que podría verse afectada por la guerra, donde el número de hombres suele ser menor, y también es visto como un reglamento que normaliza una poligamia, la cual podría estar sin ningún tipo de restricciones”

La idea de una poligamia limitada fue introducida por el Islam para enfrentar una serie de dilemas sociales, como son las viudas y niños huérfanos en tiempos de guerra. También satisface muchas de las necesidades humanas, solucionando problemas creados por la diferencia numérica en poblaciones donde hay más mujeres que hombres. Dice Dios en el Sagrado Corán:

“Pero si teméis no ser justos con las huérfanas, entonces casaos con las que os vengan bien de entre las mujeres, dos, tres o cuatro; pero si teméis caer en injusticia, entonces que sea sólo una, y aquellas que vuestras diestras posean; así os alejáis de no ser equitativos

Cuando esta regulación en el número de esposas fue introducida se manifestó por primera vez una clara restricción a la poligamia ilimitada que practicaban los antiguos árabes, así se confirmaba el derecho de tener varias esposas -cuyos motivos eran para ellos manifiestos- pero a la vez con ciertas condiciones, como la completa responsabilidad de formar una familia. Si bien el Islam castiga severamente las relaciones extramatrimoniales, le permite al hombre realizar su naturaleza polígama; algunos condicionantes son requeridos de su parte, pero no la reprime por entero. De esta manera el Islam propuso un camino medio entre las prácticas ancestrales de la poligamia ilimitada, como aquellas del Antiguo Testamento, cultura romana, persa y árabe pre-islámica- y las que por otro lado fueron difundidas por el Cristianismo, el celibato y claustro, implementado por sus santos.

Así es como el Sagrado Corán ayudó a solucionar las falencias causadas por hogares carentes de padres, incentivando a los hombres responsables, pudientes y justos a casarse con mujeres viudas, divorciadas o huérfanas que podrían estar pasando tragedias o mucha dificultad. Otra razón detrás de esta legislación es la de proteger a la sociedad de la decadencia moral, lo que hace que muchas mujeres pobres se prostituyan por necesidad, o solteras que invitan a la promiscuidad motivadas por su instintivo deseo sexual.

Gente con una mentalidad abierta fácilmente acepta las razones lógicas de esta práctica, la cual brinda solución a variados tipos de problemas asociados con la legitimidad de una segunda pareja y de los hijos. En su libro Struggling to Surrender (Luchando para rendirse), Jeffrey Lang (1995) reporta acerca de un programa televisivo lanzado al público en el cual se planteaba una investigación acerca de si el hombre es o no polígamo por naturaleza, y si la mujer es o no monógama por naturaleza. En la revista estudiantil de la Universidad de California del año 1987, Berkley encuestó a un número de estudiantes acerca de si al hombre se le debería permitir tener más de una esposa debido a la menor cantidad de estos en comparación con el número de mujeres en el estado de California, para la sorpresa de muchas feministas, prácticamente todos los encuestados aprobaron la idea. Una chica aseguró que un matrimonio polígamo le ayudaría a satisfacer sus necesidades emocionales, así como las sexuales90. Es interesante conocer que la iglesia mormona, una fe muy bien establecida en los Estados Unidos, promueve la poligamia entre sus fieles

Jane Goodwin, sociólogo estadounidense, piensa que muchas mujeres preferirían ser la segunda esposa de un matrimonio, a que vivir solas en un lúgubre departamento de la megalópolis de Nueva York o de Chicago (1994); esto, en plena sociedad de libertades y “derechos humanos…”92. Es un asombroso hecho que la reputación de muchos hombres está bien protegida por la monogamia en aquellas sociedades que no censuran a las relaciones extramatrimoniales, y al mismo tiempo, las prostitutas, cortesanas, mujerzuelas, secretarias, meseras de bares, ‘amigas íntimas’, modelos y actrices son parte de sus juegos amorosos y fantasías sexuales. La cruda realidad es que la poligamia es fuertemente rechazada por el hombre occidental porque ésta le obliga tener fidelidad a sus esposas. Al respecto el Dr. Le Bon afirma:

“Retornar a la poligamia, la cual es una relación muy natural entre ambos sexos, representaría un remedio a muchos males, tales como la prostitución, enfermedades venéreas, el SIDA en especial, el aborto, la miseria de hijos ilegítimos, el infortunio de millones de mujeres solteras y viudas, nivelar el matrimonio entre ambos sexos por el desbalance numérico de ambos sexos acaecido por guerras, frenar la práctica del adulterio…

Cuando una sociedad implementa todo el sistema islámico de leyes, elimina los peligros nacientes de la seducción, las terribles consecuencias de la prostitución y las dificultades que muchas mujeres y niños tienen que afrontar en Occidente como consecuencia del rechazo de la poligamia. Cito un extracto de un texto redactado en el Internet sobre este dilema:

“El principio básico del Islam referente a este tema, es que el hombre debe asumir toda la responsabilidad de su comportamiento que adopta con la mujer y lo que éste después genere. Si él no lo es, como lo podemos típicamente leer en los escritos de autores occidentales acerca del romance y la sexualidad, y lo toma como una ilusión sentimental… entonces no debemos conmovernos si ésta se desvanece”9

Si analizamos a la literatura europea moderna encontraremos que el objetivo del hombre en esta vida es el de alcanzar un utópico amor por la mujer, un ilusorio romance con esa ‘única’ mujer elegida (después de haber experimentado y fracasado con otras), cuando esa mujer es por fin ‘descubierta’ el lector debe sobrentender que la ‘unión eterna’ de esas dos almas toma lugar, a así culmina el objetivo de la vida. Lamento decirlo, pero eso no es sentido común ¡es una idiotez!, y claramente podemos rastrear este concepto de supuesto emparejamiento al Cristianismo, el cual habla de un matrimonio idealizado. En esta filosofía se muestra a la mujer como un ser encantador pero pecaminoso, que se inclina al mal, pero que a través de una unión mística -el matrimoniotipificada como la unión de la iglesia con Cristo, recibe la bendición sacerdotal.

5. ¿Quién se beneficia de la monogamia?

En la forma que se le presenta a la familia dentro del sistema de vida islámico, cuando se practica la poligamia, es el hombre quien carga con todas las responsabilidades financieras de sus hogares así como de las sociales con respecto a sus esposas. Por ello es lógico entender que la monogamia de las sociedades occidentales sea del interés de muchos de sus hombres, Jones y Phillips (1985) lo explican:

Muchos hombres se convencen a sí mismos de que la monogamia fue instituida para proteger a los derechos de la mujer, ¿pero desde cuándo el hombre occidental ha estado interesado en estos derechos? Por el contrario, las sociedades de Occidente siempre han estado colmadas de prácticas socio-económicas que oprimen a la mujer, las cuales han dado como resultado a movimientos de liberación femenina en los últimos años, ganando paulatinamente votos y adeptos desde principios de esta nueva era. La realidad es que la monogamia vela por el ‘derecho’ masculino a ser un donjuán irresponsable, como claramente nos hablan las estadísticas de hoy: la infidelidad del hombre es mayor al de la muje

A pesar de que muchas mujeres occidentales promovieron la llamada ‘revolución sexual’, ellas fueron las que tuvieron que pagar los platos rotos de dicha revolución; sufriendo los efectos secundarios de los nuevos anticonceptivos, traumas del aborto y vergüenza de tener hijos fuera de un matrimonio. En los Estados Unidos, en 1991, de cada 1.000 nacimientos, 46 fueron de madres solteras entre los 15 y 44 años de edad. El costo de tales efectos que tuvieron que pagar los contribuyentes en impuestos fue más de $25.000 millones de dólares por beneficios sociales.

Jones y Phillips hablaron también de otra razón que hace necesaria la institucionalización de la poligamia en la sociedad de hoy en día (1985). Mencionaron que es un hecho que el número de mujeres a nivel mundial es mayor que el de hombres. Las razones son variadas; observamos que la mortalidad en los niños varones tiende a ser más alta que en las niñas; el género femenino suele ser más longevo que el de su opuesto. La mortandad de jóvenes varones suele ser mayor que el de las chicas a causa de las consecutivas guerras alrededor de todo el mundo, ellos dicen:

“Si bien es cierto que existe esta disimetría entre ambos géneros, las proporciones varían de un país a otro, pero a nivel global, existen más mujeres que hombres, y pareciera que ellas siempre deberán competir por un decreciente número de hombres. En consecuencia, siempre veremos que muchas mujeres no podrán satisfacer sus necesidades psicológicas y sexuales de manera legítima en un mundo regido por la monogamia. La presencia de este fragmento aislado de la sociedad, en tiempos de mucho libertinaje, contribuirá al desmoronamiento de la estructura familiar de Occidente

Por lo discutido en breve sobre la poligamia y los factores relacionados a ella, podemos deducir que la mujer de hoy ha de tener un genuino interés por que esta práctica de vida familiar, la poligamia como la enfoca el Islam, se institucionalice, puesto que le brinda una fuerte protección socio-económica, además de surtir de soluciones para ambos sexos a otros problemas contemporáneos.

6. Cuando la segregación es mejor

Si eso es verdad, como incontables experiencias de la vida nos lo podrían demostrar (y como las defensoras de los derechos de la mujer en Europa y en los Estados Unidos nunca se cansan de afirmar, que los intereses de las mujeres difieren al de los hombres), se asume entonces que la mujer es en verdad más feliz y capaz de alcanzar éxitos y progreso cuando está en un ambiente puramente femenino, sin monitoreo masculino. Siendo así, puedo asegurar que tal perspectiva de su naturaleza no está en nada de desacuerdo con el mandamiento islámico de segregación de sexos, haciendo a la mujer ama y dueña de su espacio. En tales sociedades, mientras que todo lo necesario para la continuidad de la raza humana sea provisto de manera acorde, y se fomente una buena y saludable relación entre esposos y parientes, tal como se aprecia muchas veces en Occidente, entonces la vida social de la mujer florece dentro de su mismo género.

No existe en países propiamente musulmanes mezcla libre de géneros: playas mixtas, discotecas, publicidad con mujeres, etcétera; sin embargo, en acuerdo con las enseñanzas del Islam, no debe tampoco existir impedimentos para otorgar a la mujer oportunidades para su propia realización y progreso personal. No hay ningún inconveniente en que las mujeres lleguen a ser médicos, abogadas, profesoras, comerciantes, etcétera, siempre y cuando sea en un ambiente apropiado para ellas, creado para ellas y al servicio de ellas.

La segregación de hombres y mujeres ha sido un sistema reconocido por traer muchos beneficios, sobre todo para el género femenino. Esta práctica ha sido implementada por el Pentágono, por mencionar un ejemplo, para solucionar problemas como el acoso sexual dentro de sus instalaciones. Sin embargo nunca se manifestó ningún tipo de crédito al Islam en este respecto, el cual dictamina este tipo de orden social, con el fin de prevenir cualquier situación en que la moral se pueda ver afectada, además de velar por la paz y seguridad de la mujer. Sí hay quienes han reconocido las contribuciones del Islam a Occidente, como el príncipe Carlos de Gales, quien en algunas disertaciones lo ha mencionado, citando ejemplos de aportes por parte de esta religión a las sociedades no musulmanas, en especial en el ámbito de algunas problemáticas relacionadas a la moral.

William Cohen, el ex secretario de defensa de EE.UU. había anunciado una primera fase de un plan comprensivo para elevar el nivel ético del comportamiento entre los soldados de distintos sexos, el plan empezaba por la completa separación de hombres y mujeres en los edificios ya existentes donde se trabajaba de manera mixta; luego se implementaría la construcción de edificios para el personal con segregación de sexos. La fuerza naval de ese país también anunció la prohibición de que oficiales de diferentes sexos permanezcan juntos a puertas cerradas, y más restrictivo cuando se trataba de barcos marineros. El secretario de Defensa enfatizó que la razón detrás de estos nuevos reglamentos era la de otorgar cierto nivel de seguridad y privacidad a los miembros de la Defensa Nacional. De entre los reglamentos se mencionaba también la prohibición de dormir en ropa interior, o desnudos, con puertas abiertas o sin seguro. Se prohibía ver videos pornográficos en presencia de personal femenino, y se impuso un código de vestimenta muy detallado acerca del tipo de trajes de baño que se permitían usar en los horarios de natación.

La pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿por qué se implementan esas regulaciones -las cuales parecen ser muy anticuadas- por el país más moderno del mundo? Bueno, la respuesta es muy sencilla: el acoso sexual en ese país ha llegado a niveles demasiado alarmantes, al punto que amenaza a su seguridad nacional, y no solo a su moral. Las miles de quejas por parte de las mujeres que han sido víctimas de abusos sexuales han hecho sonar la alarma. Legisladores americanos, y de todo el mundo, deberían considerar seriamente la imposición de este tipo de normas en todos los edificios gubernamentales –incluyendo a la Casa Blanca.

McGrayre, en 1993, abordó los hechos de que la educación segregada de jóvenes es de mayor beneficio para las mujeres100, las cuales suelen soportar demasiados tipos de acoso por parte de los varones. Como resultados pragmáticos, vemos que ocho de las nueve mujeres científicas que alcanzaron un Premio Nobel fueron egresadas de secundarias femeninas.

La revista The New York Times de mayo de 1993 publicó un documento titulado “La segregación es mejor” escrito por Susan Ostrich, una mujer egresada de una de las poquísimas universidades femeninas de los Estados Unidos. Fue una gran sorpresa para muchos americanos enterarse de que las mujeres se desempeñan mucho mejor en universidades femeninas, en comparación con aquellas que estudian en instituciones educativas mixtas. La autora escribe:

El 80% de las mujeres que estudian en universidades femeninas toman matemáticas por cuatro años, a diferencia de las mujeres de universidades mixtas, que estudian esta materia sólo por dos.

Las mujeres de colegios solo femeninos obtienen mejor promedio que las de colegios mixtos, lo que a su vez les garantiza mejores expectativas de ser admitidas en universidades; y es por eso también que son éstas quienes logran obtener más títulos de tercer y cuarto nivel en comparación a las otras.

De acuerdo a la revista Fortune Megazine, un tercio de las mujeres que llegan a ser miembros de las directivas de las mil compañías más grandes de los Estados Unidos, son egresadas de universidades solo de mujeres. Para darnos cuenta de la magnitud de este dato, debemos saber que de todas las mujeres universitarias que se gradúan cada año, sólo el 4% provienen de universidades femeninas.

El 43% de las profesoras que obtuvieron un título de PhD. en Matemáticas provienen de universidades femeninas, y lo mismo del 50% de profesoras con el mismo grado académico pero en Ingeniería

Esto forma parte de la evidencia proveniente de Occidente que respalda la validez y aplicabilidad de las enseñanzas del Islam y sus principios universales que guían correctamente al comportamiento humano. El politólogo hindú Kofhi Laljapa concluye en una de sus aserciones:

“No existe otra religión aparte del Islam que tenga la habilidad de resolver los problemas de la vida moderna. El Islam es único por eso

El Islam ha sido capaz de presentar soluciones reales a los complejos problemas originados por la poca moral y la ausencia de un comportamiento ético. Esta religión brinda sanación a familias cuyos valores se han perdido, provee de un completo sistema de vida digno para el ser humano, el cual le guía a la felicidad a nivel personal y de la colectividad. Eso es porque el Islam toma en consideración a todas las necesidades del hombre y las encamina de la mejor manera y más noble.

Esta religión no se presta para la manipulación del ser humano y sus intereses pasajeros, sino que es un mensaje divino que insiste en hacer llegar la bondad de Dios a la humanidad entera, tomando en cuenta su naturaleza y condición. Por eso es también que el Islam tiene un set de leyes y normativas bien definidas para cada miembro de la sociedad; donde se debe respetar estrictamente a los derechos y obligaciones de todos sus individuos, haciéndolos a cada uno responsable de sus actos. Sin embargo en Occidente se le juzga al Islam de manera muy injusta, y eso se debe a varias razones, como que los más grandes medios de comunicación están en manos judías, quienes tienen mucho interés en deformar la imagen del Islam y los musulmanes. Por medio de la industria cinematográfica; las películas “Jihad in America y The Siege”, son un par de ejemplos de las incontables películas que tratan de lavar al cerebro del pobre americano que no tiene conocimiento de lo que verdaderamente es el Islam.

Personas que se han licenciado en estudios de Medio Oriente, como los orientalistas Bernard Lewis, Daniel Pipes y Judith Miller, han producido trabajos muy irresponsables al tratar de instar actitudes negativas con respecto al Islam, sobretodo en gente que está en gran necesidad de adoptar esta forma de vida.

Empero no toda la gente ha sido engañada, existe un grupo de intelectuales y expertos que han podido diferenciar claramente la verdad de la falsedad, buenos ejemplos de ello son el profesor Jeffrey Lang, catedrático de Ciencias Matemáticas de la Universidad de Kansas, y el embajador alemán M. Hoffman.

Otro lamentable factor que contribuye a la mala imagen de esta religión es que algunos musulmanes no practican su religión de manera correcta, que siendo una minoría, realizan actos que contribuyen a la ya distorsionada imagen que se tiene del Islam en Occidente; y si alguno de estos actos se llega a conocer, los medios de comunicación lo divulgan y amplían al máximo de su capacidad. Un factor más que contribuye a una incorrecta percepción del Islam en Occidente, es la incapacidad que tienen la mayoría de musulmanes de fomentar su buena imagen, y de poder clarificar al público muchos de los conceptos equivocados que tienen de esta religión tan universal.

La mujer de occidente ha tenido que moverse mucho en el sector de los derechos humanos para lograr ciertos derechos que el Islam ya los tenía asegurados para ella. Ha sido ardua la batalla para lograr convencer al hombre occidental que ella no tiene intereses idénticos a los de él (tal como las Sagradas escrituras lo afirman). La mujer en Occidente ha tenido que agitarse activamente para obtener completo reconocimiento en la ley civil, un asunto siempre velado por el Islam. El hombre musulmán, encaminado por la Sharía (Ley Islámica), no se ha rehusado a ampliar los derechos de la mujer y ofrecerle aquello que ella necesite en tiempos modernos. No ha existido en esas sociedades ‘luchas’ entre ambos sexos por dar o quitar derechos, por tanto no podemos conceptualizar una analogía entre la mujer musulmana y la de Occidente.